viernes, 9 de noviembre de 2012

Cambio imágenes por palabras.












    La entrada de hoy es mucho más diferente de lo que suele ser. Es más, es posible que para muchos carezca de coherencia alguna. Incluso yo dudo que la tenga... Pero mi estado de ánimo me impide escribir y me suplica que deje salir lo que siento.
    Dado que las palabras se agarrotan en mis manos y se niegan a dejarse caer en una hoja de papel o en esta entrada, he decidido recurrir a una selección de imágenes que espero sean suficientes para decir algo de lo que siento ahora mismo.
      Estoy decepcionada con mi orgullo. No pensé que fueras tan fuerte, cabronazo.

jueves, 1 de noviembre de 2012

¿A qué saben...

... las lágrimas?
A dolor. O a orgullo. A pérdida. A despedida. A ser demasiado débil, o a ser demasiado fuerte. A ser demasiado sensible, o a ser demasiado hierático y perderlo todo.
Pero también a alegría. Y a reencuentro. A risas. A felicidad de la buena. A Amor, con "A" mayúscula. 
Las lágrimas también saben a "Lo logré". Y a "Has vuelto". Y a "Te quiero". 
Las lágrimas saben a querer. Siempre saben a querer.

¿Y las sonrisas? ¿A qué saben las sonrisas?
Pues a emociones. A recuerdos alegres. A deseos cumplidos. A sueños hechos realidad. A logros conseguidos. Y a risas y Amor, como las lágrimas.
Y además pueden saber a ironía. A "Te voy a matar". A "Me río por no llorar". A cinismo. A "No puedo creer que esté pasando esto".
Las sonrisas saben a querer. Igual que las lágrimas.

Y después de saber esto... ¿Es oro todo lo que reluce? ¿Son las lágrimas siembre amargas y las sonrisas siempre dulces? 
Las apariencias engañan... ¿O no?