jueves, 19 de enero de 2012

Eres mi dosis diaria de sonrisas.

Unos labios finos, rectos, cobran vida en una sonrisa. Se elevan las comisuras y conducen la alegría hacia sus ojos: en ellos, el ámbar y el verde luchan en singular batalla por dominar el reino que envuelve a las negras e infinitas pupilas.
Y de repente, cuando quieres darte cuenta, estás zambulléndote en esa mirada. Y poco a poco te sumerges en ella, hasta hundirte. Voraz, salvaje, tierna y apasionada, quedas atrapada en sus profundidades.
Entonces, los labios se entreabren y liberan un suspiro al que acompaña una leve carcajada. Y está hecho. Cualquier intención de huir se desvanece de inmediato. Voluntariamente, te encadenas a él, y te niegas a marcharte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Una crítica constructiva siempre se agradece. Gracias de antemano ^^