viernes, 21 de octubre de 2011

Recuerdos

De vuelta a casa en aquel autobús en el que me diste la mano hace ya más de un mes, mirando el oscuro cielo nocturno de la noche vallisoletana, sólo una imagen ocupa mi mente. No, no son las estrellas; ni la vista de las luces que la carretera deja cada vez más atrás; ni Campo Grande de noche; ni la fuente de la plaza de Recoletos al anochecer, bañada por los tonos anaranjados de un Sol que se resiste a ocultarse; ni la luna sonriendo al final del paseo Zorrilla.
Lo cierto es que no es absolutamente nada de eso. Aunque, admitámoslo, son imágenes hermosas, mi subconsciente vaga por mis recuerdos más recientes y se detiene en una sonrisa. Sí, una sonrisa detiene todo cuanto me rodea. Apenas oigo las conversaciones de las personas que viajan en el bus; mis oídos me transmiten el sonido de una soprano incrustado de guitarra eléctrica, bajos atronadores, teclados melodiosos y radicales y una perfecta base rítmica: Nightwish me habla sobre la promesa de un hombre de volver a ver a su amada.
Pego un brinco en el asiento. Esa promesa, sí, la de volver, la de regresar. "Jack"
Sonrío de nuevo: va a volver. "As sure as the rivers reach the seas, back in her arms he swears he'll be."
Poco a poco, el autobús se vacía, las canciones siguen pasando en mi reproductor de música, el tiempo sigue corriendo y aquella promesa cada vez está más cerca de cumplirse. Sonrío como una estúpida al recordar el roce de sus labios. Unos días más y esa sensación volverá a ser real... y a medida que se acerca ese momento, el tiempo va haciéndose más pesado, más denso, más lento.
"A little bit longer, and I'll be fine"
Kiss me once and I will surelly melt and die. Kiss me twice and I will never leave your side.

1 comentario:

Una crítica constructiva siempre se agradece. Gracias de antemano ^^