domingo, 26 de junio de 2011

I hate that I love you so...

Esto es increíble... ¿Qué cojones haces tú en mi cabeza, en mi piel, en mi alma, en mi corazón, en mis recuerdos, en mis deseos, en mis sueños, en mis pesadillas... en mí? Creo recordar que te eché de una patada en tu lindo trasero... ¿Por qué diablos sigues aquí, eh? ¿Qué te dije? Que ni se te ocurriera adueñarte de todo cuanto soy... ¿Y por qué no me haces caso? ¿Por qué me lo has arrebatado todo, por qué te lo has llevado contigo a donde sea que estés?

Esto es una locura... y cada vez es más evidente que, por mucho que te exilie, vas a volver o no te vas a ir. De verás creía que aquéllo estaba funcionando... de verás. Parecía que aislándome de todo lo que me recordara a ti... Pero, no es que haya cosas que me recuerden a ti, no... ¡Es que estás en cada maldito rincón de mi vida! Te dije que no podías quedarte para siempre, que eso era temporal y tendrías que marcharte... 


Y aunque te eche... no quiero que te vayas.

domingo, 19 de junio de 2011

Faltas tú, tu respiración...

Sabes que se va a ir... Lo tienes asumido. Sabes que después de la despedida una parte de ti se encojerá, y que poco a poco te irás haciendo minúscula y frágil... Sabes que le vas a echar de menos, aunque no quieras, aunque te niegues... Porque, aunque no quieras amarle, estás profunda, perdida e irrevocablemente enamorada de él.
Las cosas serían más fáciles si no le hubieras conocido. ¡Claro que lo serían! Pero eso supondría anular un montón de recuerdos y... ¿estoy dispuesta a perder eso?
¿A perder el brillo de esos ojos infinitamente oscuros?
¿A perder ese pedazo de mi vida?

NO.
Pero tampoco estoy dispuesta a  permitir que él siga siendo la estrella alrededor de la cuál giro. Quiero ser libre, quiero poder mirar a cualquier parte y ver más allá de su sonrisa, más allá de sus manías, más allá dee sus frases sin sentido, más allá del caos que en sí representa... 

Más allá de la discordia que siembra en mí.

Sin ti tiritan de frío los sueños de cada canción...
Porque, si no estás, ¿quién me va a curar de mi soledad?
Porque sin tu voz no podré escuchar a un ángel cantar...