jueves, 9 de septiembre de 2010

Y ahora que has vuelto el saber que no hay nada que hacer duele más que no saber. Saber que tu corazón tiene otro lugar mortifica al mío y me atraviesa como una bala al rojo vivo.
Este dolor quiebra mi corazón por cada uno de sus recovecos y entrecorta mi respiración, hasta conseguir que el esfuerzo por obtener aire duela desgarradoramente.
Y para colmo tengo que verte día sí, día también, y la visión de tan mortífera belleza envenena mis pupilas, pero por desgracia no me ciega y tu imagen repiquetea en mi memoria hasta que las lágrimas brotan de mis ojos para reunirse con un océano de dolor.
Este maldito sentimiento resulta un martirio para mí... Me matas y me devuelves la vida... Sólo tú puedes hacerme completamente feliz y al mismo tiempo absolutamente desgraciada...
Odio amarte tanto, amor... no puedo vivir sin tí, pero odio quererte así...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Una crítica constructiva siempre se agradece. Gracias de antemano ^^